HISTORIAL

“Cuanto más cerca esté la muerte, más emocionante resulta la vida.”

Furaha, nacido en una familia de pescadores en la costa de Kenia, pasó su infancia cazando tiburones y buscando tesoros en las aguas del archipiélago de Lamu. Pronto resultó evidente que podía pasar más tiempo que sus amigos bajo el agua y, tras un reconocimiento médico, Furaha descubrió que poseía una fisonomía anómala, lo que reforzó sus ideas de que no era "de allí". Cuando pudo, se alistó en la Armada de Kenia (y más adelante en la Unidad Naval Especial), dándole buen uso a sus habilidades. Llamó la atención de los generales y de la comunidad científica internacional al batir una y otra vez récords de buceo libre. Más tarde pasó a formar parte de NIGHTHAVEN, atraído por la promesa de tener más tiempo para bucear y un barco propio que le permitiera moverse.

INFORME PSICOLÓGICO

Hablar con el agente Ngũgĩ Muchoki “Wamai” Furaha es como hablar bajo el agua. Hay un intercambio de palabras, pero eso no quiere decir que tengan sentido. […] Aun así, nuestros encuentros me resultan refrescantes. Asociar libremente ideas, saltar de un concepto abstracto a otro... arroja cierta sensación de pureza. Además, Furaha percibe cuándo la gente empieza a perderse; cuando empiezo a sentirme en mitad de la nada, siempre sonríe y cambia de tema, asegurándose de que no vayamos más allá del pensamiento humano para nunca volver. [...] Me hace cuestionarme si debería ser más flexible con mi manera de pensar, lo que me lleva de inmediato a la pregunta de en quién me convertiría si lo fuera. [...]

Una persona que pasa la mayor parte del tiempo en un lugar sin oxígeno no se hace las mismas preguntas existenciales que los demás. A decir verdad, tal vez porque carezco de la sensibilidad especial de Furaha para estos temas, no tengo claro que vea su valor. Su forma de ver las cosas hace que plantee estrategias de lo más extraño. Su habilidad para pensar en el espacio tridimensional tanto en horizontal como en vertical es algo que solo he visto en los pilotos más entregados. Y, a pesar de todo, su mundo interior es sorprendentemente plano. [...]

Una vez hablé con un famoso monje que había pasado su vida buscando el "vacío absoluto". En él vi la misma profundidad personal que veo en Furaha. Pero, a diferencia de la gente que usa su espiritualidad para reforzar su personalidad, Furaha hace lo contrario: pone su vida al servicio de su espiritualidad. La falta de oxígeno es parte de esa adicción. […]

En todos mis informes busco la neutralidad. Furaha es un agente con talento, capaz, inteligente... e impredecible. No hay nadie que crea tener una imagen completa de él. Es como el nitrógeno, que tiene que disolverse en los tejidos del buceador antes de volver a la superficie: la verdadera naturaleza de Furaha es difusa. Definirle sería limitarle, y tengo la sensación de que no hay nada que pueda molestarle más.

-- Dr. Harishva "Harry" Pandey, director de Rainbow