HISTORIAL

"El conocimiento es la única herramienta que extingue la ignorancia".

Nacida en la pequeña ciudad de Louwsburg, cerca de la reserva de caza Ithala, Ndlovu dedicó muchos años a explorar el lugar con su amiga Elna Gardiner. A medida que crecieron, cada vez apreciaban más a los animales de la reserva, y comenaron a sentir cierta responsabilidad hacia ellos. La amenaza de los cazadores furtivos no hizo sino convencerlas en su empeño, y aunque no resultó fácil, se centraron en las vidas que podían salvar, y no en las que se habían perdido.

Ndlovu se alistó en la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica para mejorar sus habilidades y su entrenamiento de campo. Su persistencia y su dedicación llamaron la atención del Batallón de Paracaidistas 1, pero su carrera se truncó cuando sufrió una emboscada en la República Centroafricana y quedó gravemente herida.

Gardiner, convertida en una experta veterinaria, le pidió ayuda para defender el parque Hluhluwe–Imfolozi, y Ndlovu abandonó el ejército y se dedicó a entrenar a mujeres locales en tareas de rastreo, intercepción y vigilancia. Ahora las dos amigas forman el corazón de la Unidad Contra la Caza Furtiva de las Fuerzas Especiales Inkaba.

INFORME PSICOLÓGICO

Creo que la agente Thandiwe Ndlovu ("Melusi") está perfectamente preparada para dedicar sus esfuerzos a la conservación en Sudáfrica: es eficaz, precisa y sabe que la avaricia sigue siendo uno de los grandes problemas del ser humano. Cuando le pregunté si creía que alguna vez nos libraríamos de ella, sonrió y contestó: "soñar está bien, doctor".[…]

Su relación con Elna comenzó el día en que descubrieron que sus nombres significan lo mismo: "amada". Su amistad no siempre fue fácil, pero compartían una adoración por los animales de la reserva de caza y un gusto por explorar (en lugares a los que no deberían ir) con los que superaron muchos desafíos. […]La forma en que Ndlovu compara el lamento de los soldados heridos de un campo de batalla con los gritos de elefantes envenenados contrasta con la compasión de Elna. Resulta interesante ver cómo una se centró en la prevención y la otra en la intervención, dos caminos separados que se complementan en su colaboración. […]

Ndlovu se niega a hablar de la emboscada que diezmó su unidad. Los informes dejan claro que aquella operación fue una odisea terrible de la que escapó de milagro. Intenté sacar el tema apelando al síndrome del superviviente, pero no funcionó. Parece que le afectan más las tragedias que ha presenciado protegiendo animales, y tiende a ver las trampas como minas de tierra, y la misma reserva como una zona de guerra. […]Su perfil indica que convierte cualquier sentimiento negativo en una acción; ya sea entrenar a las mujeres de su unidad contra la caza furtiva o establecer una red de drones de vigilancia que controlan sus operaciones.

En cuanto a su trabajo, le gusta hablar de ello. Ndlovu cree que hay que educar a la comunidad para inculcarle a la gente una idea de responsabilidad compartida. En su opinión, no basta solo con luchar contra los furtivos. Le enorgullecen los logros de las mujeres bajo su mando, y su contribución al bienestar de los animales que protegen. Además, se preocupa por la mejora de la economía local, aunque para ella lo más importante es proporcionar a la gente medios con los que "controlen su futuro", pues cree que así evitarán caer en la tentación del dinero fácil.

-- Dr. Harishva "Harry" Pandey, director de Rainbow