HISTORIAL

"A veces, la única salida es seguir adelante".

Se sabe poco de la vida de Al Hadid. Creció en una pequeña ciudad junto a una base aérea, y parece que llevó una vida normal hasta el momento en que desapareció de los registros internacionales durante más de quince años. Reapareció en Jordania, pero solo se quedó allí el tiempo suficiente como para hacerse con un pasaporte nuevo. Aprendió lucha libre en Estambul, muay thai en Bangkok, y conducción táctica en Berlín, y mejoró su puntería en Damasco, seguramente mientras trabajaba para un grupo paramilitar. Luego, volvió a desvanecerse.

Se le vio de nuevo como cadete en la Fortaleza de Jalal El Fassi (“Kaid”). A medida que pasaban los años, pasó de ser un recluta a convertirse en intendente, y más tarde en instructor. Ahora, Al Hadid es, en la práctica, el segundo al mando, y se ocupa de la Fortaleza cuando Kaid no está, además de ser su consejero de mayor confianza cuando están juntos.

Muchos rumores hablan de la fiereza de Al Hadid, pero no hay ningún informe de campo que los corrobore, así que deberían ignorarse.

INFORME PSICOLÓGICO

Saif Al Hadid (“Oryx”) ha tenido una vida excepcional. Siendo un adolescente le apartaron de su familia, y le apresaron fuera de Jordania (aunque no dice dónde). Pasó casi quince años luchando por su libertad, confinado en solitario en distintas instalaciones. Ese tratamiento inhumano le ha hecho albergar una ira que solo he visto en una ocasión… y que espero no volver a ver jamás. […]

Nuestra primera reunión no tuvo lugar en mi oficina, sino en el magnífico santuario privado de Jalal El Fassi (Kaid). Kaid me había hablado de un guerrero forjado a fuego, de una fuerza y una resistencia increíbles, que se pasó semanas sin moverse a las puertas de la Fortaleza, sentado bajo el calor infernal del desierto, esperando a que el comandante abriera. […] Aunque no hay rastros visibles de su transformación, está claro que Al Hadid es un hombre que cambió por completo tras aquello.

Hablamos de los gatos que hay por todas partes en Marruecos, de su viaje a pie desde Siria hasta la cordillera del Atlas, y de poesía, algo que le encanta. […] A pesar de las cicatrices que le ha dejado su pasado, Al Hadid no se regodea en él. Dice que no va a encontrar nada. Me he preguntado si su estoicismo oculta algo de nostalgia, pero no he visto rastro de ella en nuestras sesiones. […]

El gran autocontrol de Al Hadid hace que me avergüence de mis esfuerzos por dominarme. Incluso la agente Yumiko Imagawa (“Hibana”) ha destacado la calma que rezuma. La diferencia entre ellos es que Al Hadid permite que ese control flaquee en ciertos momentos, persiguiendo un objetivo mayor. Ha convertido un sufrimiento terrible en una fuerza abrumadora. Es una habilidad impresionante, y le he animado a compartirla, cuando y donde quiera. […]

Otros agentes empiezan a trabar amistad con Al Hadid, aunque poco a poco. Sospecho que, como a tantas otras personas que han sufrido lo peor de la crueldad humana, le costará confiar en los demás. Pero por preocupante que resulte, puede que Rainbow sea el lugar donde encuentre a más gente que entienda por lo que ha pasado.

-- Dr. Harishva Pandey ("Harry"), director de Rainbow