«Es subjetivo». Cuando empiezas a hablar sobre las diferencias entre saturación, distorsión y fuzz, esa frase de dos palabras te vendrá estupendamente, ya que te descubrirás solapando las tres categorías (y puede que te des cuenta de que algunos pedales no estén correctamente etiquetados). ¡Pero no pasa nada! Sin embargo, si estás buscando información sobre los tres grandes efectos de «drive» y quieres elegir los sonidos apropiados para tu música, podemos ayudarte a utilizar tus orejas para distinguir las diferencias principales.
Los sonidos sucios comienzan con la saturación u overdrive. Es el sonido que los primeros guitarristas eléctricos descubrieron cuando subieron tanto el volumen que sus amplificadores comenzaron a emitir un sonido alterado, aunque de modo cálido, orgánico y agradable. Si bajas el volumen de la guitarra (o la intensidad a la que tocas), la saturación se «limpia» y deja paso a un sonido menos alterado, lo cual te da un control dinámico sobre la cantidad de «crujido» que quieres obtener. Fíjate en «Texas Flood» de Steve Ray Vaughan para oír una saturación agradablemente contenida, o al clásico de los setenta de Rick Derringer, «Rock and Roll, Hoochie Koo».
Desde ahí, puedes ir en dos direcciones: fuzz o distorsión. Los primeros efectos de fuzz se generaban con equipo de estudio roto, a veces, por accidente; otras, de forma intencionada. Los pedales de fuzz que imitan equipos dañados eliminan las partes más limpias de la señal de tu guitarra y las «recortan» para dejar un suave mar supersaturado de distorsión armónica, o un follón musical descarriado y chisporroteante. ¡Ambos sonidos son estupendos! Jimi Hendrix fue un pionero del fuzz y Keith Richards usó un pedal de fuzz en «(I Can’t Get No) Satisfaction». Si la guitarra suena a gloria y al borde del caos o, simplemente, llena el espacio sónico con una distorsión exuberante, muy posiblemente estés escuchando un efecto de fuzz. Por ejemplo, Miguel utiliza el fuzz con maestría para impulsar «Hollywood Dreams» sin aplastar al resto de instrumentos.
Mientras que el fuzz puede hacer que las cosas suenen confusas y descontroladas, el sonido de la distorsión es compacto y refinado. Al contrario que la saturación, no varía tanto en base a la dinámica de tu estilo: el nivel de distorsión es el mismo sin importar si tocas con más o menos suavidad y, según lo recortada que esté la señal, también verás que se asienta mejor en la mezcla si estás tocando con una banda. Cuando los guitarristas de metal quieren darle caña a su público con un sonido intenso, concentrado y cortante como una sierra, utilizan la distorsión. La forma en la que se recorta la onda de sonido y se elimina la parte superior e inferior de la señal de la guitarra, de modo que esta se limita a una amplitud más estrecha, ayuda a que la distorsión suene uniforme y suave aunque sea indudablemente agresiva. «Dig» de Mudvayne, utiliza ráfagas de distorsión gruesa con staccato para crear un asalto inquietante y frenético, mientras que «Bleak» de Opeth incorpora pasajes acústicos para sorprender al oyente y cambiar el sonido de la canción.
Escucharás sonidos y encontrarás pedales que mezclan de forma intencionada los sonidos de estas categorías aunque, como regla general, recuerda lo siguiente: la saturación u overdrive es lo menos agresivo y su intensidad responde a tu estilo tocando; el fuzz suena como una saturación salvaje; y la claridad de la distorsión ofrece una precisión bestial. Tus oídos aprenderán la diferencia con el tiempo, pero dado que los tres se basan en arruinar intencionadamente la señal original de la guitarra a diferentes niveles, las líneas que separan los tres efectos están, en fin, ¡distorsionadas!
Dan Amrich comenzó su carrera como periodista musical en las revistas Guitar World y Country Guitar. Es cocreador de Princess Leia's Stolen Death Star Plans y el creador, compositor y alcalde de Hero Falls. Se unió al equipo de Ubisoft San Francisco en 2014.
Foto de los controles del pedal de distorsión por Dan Amrich, usada con permiso.