Uno de los objetivos de nuestro contenido de la comunidad es hacer que los jugadores de For Honor sepan cuáles son las referencias del mundo real en las que se inspira el juego. En esta serie de artículos, “Historias sobre armas”, hablaremos sobre armas legendarias, tanto reales como ficticias, que han servido de inspiración a nuestro equipo para crear las armas de los caballeros, los vikingos y los samuráis de For Honor.
La historia de Joyosa (en francés, "Joyeuse"), la legendaria espada del emperador Carlomagno, mezcla hechos históricos y mitos. A Carlomagno se lo considera el gobernante más poderoso de Europa después de la caída del Imperio romano. Joyosa, igual que Durandarte, aparece en el poema épico francés "El cantar de Roldán", lo que aún desdibuja más la frontera entre realidad y ficción.
Al parecer, esta bella espada de una mano fue forjada alrededor del año 802 d. C. por el célebre herrero Galas, que tardó tres años en terminarla. Es una espada de hoja plana con dos bordes afilados y se creó con la idea de llevar un escudo en la otra mano. El pomo, la empuñadura y la cruz son muy detallados. Al principio estaba decorada con dragones, y más tarde con una flor de lis que se suprimió para la coronación de Napoleón. Carlomagno, emperador cristiano de Occidente, regresaba de España cuando estableció un campamento en la misma zona donde estaba Galas. El emperador necesitaba un arma letal, afilada y gloriosa para luchar en todas las batallas en las que estaba enzarzado su ejército. Carlomagno tenía fama de ser brutal y despiadado, así que necesitaba una espada que estuviera a la altura de esa reputación.
El cantar de Roldán describe un fragmento de la batalla de Roncesvalles en el que aparece la espada: "[Carlomagno] conserva su blanca cota bruñida, y mantiene atado su yelmo de oro incrustado de piedras preciosas, y ciñe su costado su espada Joyosa, que jamás tuvo su par: cambia de color treinta veces por día". Efectivamente, se consideraba que Joyosa tenía diversos poderes, como el de relucir más que el sol y cegar a los ejércitos que tuviera delante.
Joyosa en el Museo del Louvre, en París (Wikimedia Commons)
Carlomagno perdió la espada en una batalla y le prometió tierras a aquel que se la devolviera. Uno de sus soldados la encontró mientras combatía en la región de Ardecha y se la entregó, y el emperador cumplió su promesa: clavó la espada en el suelo y declaró al soldado amo y señor de esas tierras, a las que llamó Joyeuse en honor a su espada.
Tras la muerte de Carlomagno en el año 814, lo que le ocurrió a Joyosa fue un misterio. Sabemos que la espada se convirtió en un tesoro nacional que se usó en las coronaciones de varios reyes de Francia. Se utilizó en la ceremonia de coronación de Felipe II de Borgoña, que se celebró en la catedral de Reims en 1270. Durante los siglos posteriores, muchos reyes fueron coronados del mismo modo, incluido el célebre Luis XIV, que también utilizó la espada en su coronación. Durante ese tiempo, Joyosa estuvo guardada en Saint-Denis, custodiada por monjes en un monasterio.
El rey Luis XIV con Joyosa, de Hyacinthe Rigaud (Wikimedia Commons)
Al dejar de ser usada como arma, la espada experimentó numerosos cambios estéticos a lo largo de los años. Cambiaron el pomo, la empuñadura, la cruz y la vaina, y se le añadieron varios ornamentos para conferirle un aspecto más eminente. Todos esos cambios hicieron de Joyosa una curiosa mezcla de estéticas de toda Europa. En 1793, tras la Revolución francesa, la espada se trasladó al Museo del Louvre, en París, y allí sigue en la actualidad. Carlos X fue el último rey de Francia que utilizó la espada en una ceremonia de coronación, en 1824. Hay quien dice que la espada que se encuentra actualmente en el Louvre es una réplica, pero no hay ningún documento que lo demuestre.
Joyosa sigue siendo una de las espadas más importantes del Imperio francés, ya que es la única que ha sido usada en ceremonias de coronación durante siglos. Aún es un símbolo de poder y gloria, pero también de prestigio y elegancia, ya que hoy en día el arma sigue teniendo un aspecto impresionante. Su legado es indiscutible, pues Joyosa es una de las armas históricas con más réplicas del mundo.