Historias de la gira: Perdí la voz en algún lugar de Europa

Por Leila Abdul-Rauf

Todo comenzó con un pequeño cosquilleo en la garganta. Acababa de aterrizar por la mañana en Berlín con mis compañeros de la banda Vastum, después de un concierto en Estocolmo que venía precedido de un vuelo de diez horas desde Oakland, California. Sin descansar y aún con las molestias del desfase horario, era nuestra primera gira por Europa y nos dirigíamos a Breslavia, Polonia, una ciudad con una escena musical "underground" bien establecida. Ese trayecto de cuatro horas por carretera entre Alemania y Polonia fue como un juego de niños en comparación con el largo viaje para cruzar el océano del día anterior. Ya había estado de gira por Europa con otras bandas, lo que me dio herramientas y conocimientos para cuidarme: la hidratación y el descanso son vitales, ¡debes tenerlos siempre que puedas y cómo puedas!

Pensé que solo me había deshidratado por los vuelos, ya que Aduanas te obliga a tirar todos los líquidos antes de entrar a un país y la mayoría de los aeropuertos europeos no tienen bebederos como los hay en Estados Unidos. Como consecuencia, pueden pasar horas antes de que puedas pararte en una tienda y comprar una botella de agua. Tampoco he podido dormir nunca en un avión, un golpe doble si lo combinas con el desfase horario.

Los aeropuertos no son los refugios de hidratación que te imaginas.

Todos los músicos que salen de gira batallan contra el desfase horario, esa maldita fatiga que provoca el viajar hacia una zona horaria distinta. He descubierto que lo mejor es obligarte a seguir despierto hasta que sea la hora de dormir local. Es horroroso, pero lo último que debes hacer es dormirte al llegar al hotel a las cuatro de la tarde, luego despertar a medianoche, solo para volverte a dormir temprano por la tarde cuando es la hora de probar sonido. Dos opciones que funcionan muy bien para realinear tu ritmo circadiano son: reservar un vuelo que llegue en la noche para que puedas irte directamente a dormir o, si aterriza más temprano en el día, tener un concierto la misma noche que llegas, para que tengas que mantenerte despierto. Un café fuerte o un té pueden ayudar a la adrenalina natural de tocar en vivo para que sobrevivas a la noche. ¿No puedes dormir después del concierto? Toma un poco de melatonina o raíz de valeriana con un té de manzanilla.

De gira, el té es reconfortante para la voz y la hora de dormir.

Incluso luchando contra el desfase horario, el concierto en Breslavia tuvo un gran éxito: el lugar se llenó de metaleros y eslameros que no dejaban de sacudir la cabeza, coreando el nombre de la banda después de la última canción. A la mañana siguiente regresamos a Alemania, esta vez un poco más al sur en Zwickau, donde el cosquilleo en la garganta se convirtió en dolor e inflamación, con una gripe absoluta. Perdí la voz por completo, apenas podía emitir un susurro. Igual que el guitarrista, quien también canta casi la mitad de las letras (¡todas con gruñidos!), me empecé a asustar: ¿cómo voy a poder seguir con lo que falta de la gira? Y este espectáculo tenía que seguir. Por suerte, nuestra corista principal se sabía todas las letras de memoria e hizo un buen trabajo cubriéndome, pero sin duda yo no quería seguir así el resto de la gira. Cuando terminó el concierto, me fui inmediatamente al hostal para ahogarme en líquidos (té para la garganta, té de jengibre y agua al tiempo son mis favoritos) antes de caer rendida a dormir.

Algunos cantantes usan brandy para recuperar su voz durante un concierto, pero cero alcohol y mucho descanso funcionaba mejor para mí.

A partir del día siguiente, me volvió la voz, lo suficiente para apenas hacer los conciertos que faltaban, pero se necesitó de mucho esfuerzo: mantenerme en absoluto descanso vocal entre conciertos, hidratación sin una sola gota de alcohol y durmiendo mientras los demás paseaban por la ciudad y estaban de fiesta por la noche. Me sentí sola, pero no darle al público europeo la posibilidad de escuchar a Vastum en vivo con la alineación completa habría sido mucho peor.

Leila Abdul-Rauf es una multiinstrumentista y compositora residente de Oakland, California. Leila es guitarrista y vocalista de las bandas de metal Vastum, Hammers of Misfortune y la banda de pospunk etéreo Terebellum. También compone y produce música ambiental bajo su propio nombre, con el trío electrónico Ionophore y el dúo de folk electrónico Fyrhtu. Ha realizado giras internacionales y es profesora particular de guitarra y canto en su tiempo libre.

El uso de "Airplane landing at Zurich airport" de Kuhnmi está autorizado conforme a CC BY-SA 4.0.

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