En el mundo de los efectos de guitarra, algunos sonidos son reverenciados y otros repudiados. El chorus suele estar en la segunda categoría, ya que, por su omnipresencia hace unas décadas, muchos consideran que suena antiguo y que se ha abusado de él. Pero, si se aplica con cuidado, el chorus puede aportar una riqueza muy hermosa al sonido y ofrecer más de lo que quieren oír todos los guitarristas: ¡a ellos mismos!
Slash utiliza el MXR M134 Stereo Chorus en directo para «Paradise City».
El chorus hace que la guitarra suene como si hubiera varias tocando a la vez. Piensa en un coro de voces humanas, todas cantando juntas. Aunque canten la misma nota, dos voces combinadas suenan con mayor riqueza y plenitud, en parte gracias a la diferencia natural entre los cantantes. Una puede estar afinada un poco más grave o aguda, pero el sonido resultante es pleno y agradable. Lo mismo sucede con un pedal de chorus: copia la señal de la guitarra y varía la altura tonal de las copias un poco (o mucho). Todo sucede tan rápido que el oído piensa que hay dos guitarras sonando a la vez. Cuantas más líneas paralelas crea el pedal, más exuberante es el sonido.
Bueno, eso es en teoría. En ocasiones, el exceso de capas simplemente suena sobreproducido e inestable, en vez de pleno y etéreo. En la década de 1980, se añadía chorus de forma generosa, incluso excesiva, y la reputación de este efecto nunca llegó a recuperarse. Pese a todo, el chorus sigue siendo parte integral de muchas canciones memorables e influyentes. Es una de las piedras angulares del sonido de Andy Summers en The Police (incluida «Every Breath You Take») y es el motivo por el que «Purple Rain», de Prince, tiene un sonido tan evocador. Y, aunque podemos oír el chorus en canciones de los 90 como «Pull Me Under», de Dream Theater, y «Come As You Are», de Nirvana, la ubicuidad del efecto en la década anterior lo convierte en sinónimo de grabación y pedalera de los años 80.
Amplificador Roland Jazz Chorus JC-120
El chorus nació no mucho antes. Tanto Andy Summers como la guitarrista de Prince, Wendy Melvoin, utilizaron en sus grabaciones clásicas el amplificador JC-120 de Roland, lanzado en 1975, que incluía un efecto de chorus integrado. El pedal independiente Boss CE-1 apareció un año más tarde y, a lo largo de la década siguiente, aparecieron numerosas variaciones en formato de pedal.
Rate (velocidad) y Depth (profundidad) son los principales parámetros del chorus. Cuando se utilizan valores extremos, las cosas empiezan a ponerse mareantes.
La mayoría de los pedales de chorus incluye controles de Depth (profundidad; la medida en que las copias se desvían del tono original) y Speed o Rate (velocidad; la velocidad de su pulsación). Un ajuste más rápido ofrece un sonido decididamente «mareante», pero si lo que buscas es solo que tu sonido suene un poco menos solitario y sombrío, prueba con velocidades menores y una profundidad media. Si tienes un potenciómetro Mix (mezcla) que combine la señal original con la procesada, empieza con un valor aproximado del 50 %. De ese modo la guitarra tendrá un sonido más rico y con mayor presencia, pero sin ahogar la señal en sinuosos oleajes.
Dan Amrich comenzó su carrera como periodista musical en las revistas Guitar World y Country Guitar. Es cocreador de Princess Leia's Stolen Death Star Plans y el creador, compositor y alcalde de Hero Falls. Se unió al equipo de Ubisoft San Francisco en 2014.
JC-120UT, por Roland Musikvertrieb Deutschland, se utiliza con licencia CC BY-SA 3.0.
BOSS CE-3, por zynke, se utiliza con licencia CC BY 2.0.
Todas las demás fotos, por Dan Amrich Usadas con permiso.
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