Nashville (Tennessee) es sinónimo de música country, una afirmación que se refuerza al comprobar que allí se encuentra el Grand Ole Opry, la sala más célebre de este estilo musical, así como el Country Music Hall of Fame. En la década de 1950, Chet Atkins, gerente y productor de RCA Records (llamada entonces RCA Victor), trabajó con un equipo de productores e ingenieros para crear lo que se denominó el «sonido Nashville». Este sonido rechazaba las características más duras del estilo «honky-tonk» de la época, con sus violines, steel guitars y voces nasales, y prefería los elementos más suaves de la música pop de la década de 1950, por ejemplo, incorporando orquestas y coros sofisticados. Este elegante estilo de producción pretendía revivir las ventas de música country, que se habían hundido tras el advenimiento del rock and roll. Una vez que se le pidió a Chet que describiera el sonido Nashville, metió las manos en los bolsillos, agitó las monedas que llevaba y dijo: «Eso es. Es el sonido del dinero».
Del hartazgo con la purpurina y el conservadurismo de los mandamases de la «máquina» de Nashville durante las décadas de 1960 y 1970 nació un nuevo movimiento, el «outlaw country» o «country forajido», cuyos artistas insistían en hacer las cosas a su modo. Al frente se encontraban las estrellas del country texano Waylon Jennings, Willie Nelson y Kris Kristofferson. (en los años 80, el trío crearía un supergrupo llamado The Highwaymen junto al notorio rebelde Johnny Cash). Como parte de su rebelión, incorporaron elementos del rock sureño, se dejaron el pelo largo y se pusieron chaquetas de cuero en vez de vestir el «uniforme oficial» del estilo: trajes con incrustaciones de pedrería.
Waylon Jennings, cuya carrera comenzó a finales de los 50 como bajista de Buddy Holly, no tenía reparos en expresar su aversión hacia el restrictivo establishment de Nashville: «No te dejaban hacer nada. Tenías que vestir de una determinada manera: había que hacerlo todo de una determinada manera. Intentaban destruirme sin parar. Yo iba a lo mío y hacía las cosas a mi manera. Si te metes con mi música, te enteras».
El espíritu luchador de Waylon, fichado por RCA en 1965, dio sus frutos en forma de renovación de contrato en 1972, cuando consiguió control artístico completo sobre sus grabaciones. Esta libertad coincidió con un aumento de su popularidad, así que no debería sorprender que uno de sus mayores éxitos criticara los «trajes de pedrería» y los «coches brillantes» de los jefazos de Nashville. «Are You Sure Hank Done It This Way?», una oda de 1979 al pionero de la música country Hank Williams, se convirtió en el sexto single número uno de Waylon, mientras que su álbum, Dreaming My Dreams, marcó el arranque de una cadena de seis álbumes disco de oro consecutivos.
Por desgracia, Waylon pasó años duros en los que tuvo que luchar contra la drogadicción y la diabetes. Debido a esta enfermedad le amputaron el pie izquierdo poco antes de su muerte, a los 64 años. Pese a todo, su auténtico legado fueron su música y su independencia: Waylon Jennings hizo exactamente la clase de música que quería y se ganó un más que merecido respeto.
*Leila Abdul-Rauf es multiinstrumentista y compositora. Vive en Oakland (California). Leila es guitarrista y vocalista de los grupos de metal Vastum y Hammers of Misfortune, y de la banda de post-punk etéreo Terebellum. También compone y produce música ambient con su propio nombre, con el trío electrónico Ionophore y con el dúo de synth-folk Fyrhtu. Ha hecho giras internacionales y en su tiempo libre imparte clases privadas de guitarra y voz. *
«Publicity picture of Waylon Jennings for the 1971 Kentucky Derby Festival» es de dominio público.
*«L-R Kris Kristofferson, Willie Nelson, Waylon Jennings at Willie's 1972 4th of July Picnic», por Bozotexino, es de dominio público.
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