17 October, 2016

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Historias sobre armas 4: Kusanagi – La espada cortadora de hierba

				Susanoo matando al Yamata-no-Orochi (de Toyohara Chikanobu, Dominio público)

Uno de los objetivos de nuestro contenido de la comunidad es hacer que los jugadores de For Honor sepan cuáles son las referencias del mundo real en las que se inspira el juego. En esta serie de artículos, "Historias sobre armas", hablaremos sobre armas legendarias, tanto históricas como mitológicas, que han servido de inspiración a nuestro equipo para crear las armas de los caballeros, los vikingos y los samuráis de For Honor.

La mayoría de las armas que hemos visto en esta serie son una mezcla de hechos históricos y leyendas. En el caso de la misteriosa espada japonesa Kusanagi, la línea que separa fantasía y realidad es aún más difusa. Según la leyenda, Susanoo, dios del mar y la tormenta, tuvo que enfrentarse al temible Yamata-no-Orochi, una serpiente de ocho cabezas (lo habéis adivinado, Orochi significa “serpiente”) que estaba atacando a una familia. Tras elaborar un complejo plan para cortar cada una de las cabezas de la serpiente, Susanoo derrotó finalmente al monstruo y comenzó a cortar sus colas. Dentro de la cuarta cola descubrió una hermosa espada que ofreció a su hermana, Amaterasu, diosa del sol. Esta espada pasaría a tener un papel muy importante en la tradición japonesa.

La espada fue pasando de un emperador a otro a lo largo de los años, hasta que en algún momento acabó en manos de Yamato Takeru, el hijo del legendario emperador Keiko, que según se cuenta vivió en torno al año 100 d. C. Durante una cacería, Takeru fue atacado por un adversario que provocó un incendio a su alrededor. La espada era tan afilada que Takeru cortó toda la hierba en llamas, y descubrió que la espada podía controlar el viento según la dirección en la que la moviera. Usó este poder mágico para redirigir el fuego contra su adversario y sus hombres, y se alzó victorioso. Entonces, Takeru bautizó la espada con su nombre actual, Kusanagi-no-Tsurugi, que significa “espada cortadora de hierba”.

				*Una estatua de Yamato Takeru con la Kusanagi (Dominio público)*

Avancemos hasta el año 688 d. C., cuando la línea entre historia y fantasía se difumina aún más al atribuírsele a la espada la muerte del emperador Temmu, que falleció a causa de una misteriosa enfermedad. La Kusanagi fue retirada del palacio imperial y llevada al santuario Atsuta de Nagoya, donde está considerada uno de los tres tesoros sagrados de Japón, junto al Yata-no-Kagami (un espejo) y la Yasakani-no-Magatama (una joya). A día de hoy, estos objetos sagrados todavía se utilizan durante las ceremonias de coronación privadas de los emperadores. Sin embargo, nunca se ha permitido que el público los vea.

					*Representación de un artista de los tres tesoros sagrados de Japón, la Kusanagi, la joya y el espejo (Dominio público)*

Debido a este componente mitológico, no hay muchos registros públicos sobre el aspecto y el estilo de la espada, y tampoco se sabe quién la forjó. Según el sacerdote sintoísta Matsuoka Masanao, que vio la espada con sus propios ojos durante el Periodo Edo (1603 d. C. – 1868 d. C.), la Kusanagi mide unos 82 centímetros de largo, y el filo se parece a una hoja de cálamo. El centro de la espada tiene un grosor de unos 18 centímetros que se origina en el mango y que tiene un aspecto similar a la espina dorsal de un pez. La espada tenía un color blanco metálico y al parecer se encontraba en muy buen estado incluso en aquella época. La espada se conservaba en una caja de piedra dentro de una caja de madera, y dentro de la caja de piedra se encontraba un madero hueco de un árbol de alcanfor, que servía como otro recipiente y sobre el que se colocaba la espada con delicadeza. Aparte de esta descripción, no se sabe mucho más sobre el aspecto de la espada.

				*Santuario Atsuta de Nagoya, donde se guarda la Kusanagi (fuente: usuario de Flickr the.Firebottle)*

Y ahí es donde aparecen las distintas historias sobre el destino de la espada: algunos creen que la espada original se perdió en el mar en el siglo XII, tras una batalla entre los dos clanes que dominaban Japón, los Minamoto y los Taira. Un soldado Taira arrojó la espada al agua para asegurarse de que el clan Minamoto no se hiciese con ella, y la espada desapareció para siempre. En ese caso, la Kusanagi que se encuentra en el santuario Atsuta sería una copia. Otra historia cuenta que la espada original fue recuperada de las aguas y que la que se encuentra en el santuario sigue siendo la auténtica.

En tiempos modernos, el actual emperador de Japón, Akihito, recibió la espada durante su ceremonia de coronación en 1989, pero permaneció oculta y nadie pudo verla. Es probable que esa haya sido su última aparición hasta la fecha. Un equipo de televisión fue al santuario Atsuta para grabar la espada, pero los sacerdotes no se lo permitieron.

Sea real o no, la Kusanagi ha tenido un papel muy importante en la mitología japonesa hasta nuestros días. Pueden encontrarse referencias a la espada en numerosos videojuegos, en animes como Naruto y en películas, por no mencionar que la protagonista de Ghost in the Shell, la obra maestra de Masamune Shirow, se llama como la espada.

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